jueves, 10 de junio de 2010

Kanazawa

De Kyoto salimos una mañana hacia Kanazawa (金沢市), al norte de Nagoya, todavía en la isla de Honshu. Para ese trayecto no hay tren bala, Shinkansen, así que tomamos un tren expreso, "Kyūko" (急行), que nos tomó dos horas.

En Kanazawa visitamos dos sitios importantes:

El primero fue el parque Kenrokuen (兼六園), uno de los tres grandes parques de Japón (Los otros dos son Korakuen en Okayama, y Kairakuen, en Mito). Este parque también ha sido designado como patrimonio de la humanidad, y está protegido por UNESCO. 

 Parecía que en ese día todo el mundo pensó en hacer lo mismo. Había un gentío igual a cuando la gente entra (o sale) de un partido de fútbol. Yo ya me estaba sintiendo asfixiado y claustrofóbico, pero todo se me olvidó cuando vi los árboles de sakura.

Sinceramente, creo que Kenrokuen tiene las sakuras más espectaculares de Japón; unos árboles grandes, y frondosos, las flores de sakura blancas, como la nieve, y el tronco y las ramas negros, como el carbón; un contraste muy bonito y elegante. Para los que no saben, las hojas salen varias semanas después, y mientras tanto, los pétalos de las flores se caen, en una lluvia de pétalos; la gente viene y hace picnic debajo de estos árboles, durante los fines de semana, y algunos traen sus equipos portátiles de karaoke, y se quedan cantando y tomando "sake" (una bebida embriagante hecha de arroz) hasta tarde en la noche.






En el parque había también riachuelos bien encauzados, con piedritas y pendientes que hacían sonar al agua, y lagunas con pagodas, puentes de piedra, y casas de descanso. Definitivamente, un sitio muy bonito, si tan solo no viniera tanta gente.
 

El segundo lugar importante es el castillo de Kanazawa (金沢城), que queda ahí mismo, al lado de Kenrokuen. La sensación es también romántica: el castillo dentro de su ciudadela amurallada, con los árboles de sakura acariciándole el paisaje. El contraste del sitio guerrero, impersonal, y frío, con la naturaleza de primavera, rebosando de vida.





 Este castillo fue fundado en 1583, y, desde entonces, ha sido reconstruído cuatro veces. El edificio principal tiene una forma larga, sobre la cima de una loma. Al lado hay grandes espacios planos, sin nada más, pero está tan largo, que no cabe en el marco de la fotografía.

Al final del día, ya cansados de tanto caminar, había que seguir caminando para no dejar que el frío congelara nuestras coyunturas, porque una vez que uno se sienta, ya empieza a parecerse a las piedras sobre las cuales está sentado.

De comida:
* sushi (寿司): pescado crudo con arroz,
* onigiri (お握り): bola de arroz con pescado frito o cocido, envuelta en una hoja verde de algas marinas procesadas, "nori" (海苔),
* obento (お弁当): caja de arroz con verduras y más pescado,
* té verde, Genmaicha (玄米茶), y,
* galletas de arroz, Osenbei (お煎餅).

Finalmente volvemos al Ryokan (旅館), pequeño hotel estilo japonés, a relajarnos y a dormir, porque al día siguiente teníamos otra ciudad por visitar. Esa noche no hubo tiempo para pensar en claustrofobia. 

Referencias:
Kanazawa, Kenrokuen, en la wikipedia
Castillo de Kanazawa, en la wikipedia


 
 

No hay comentarios: