En los últimos 5 años, con la crisis mundial del Covid, causada por las élites globalistas (colonialistas), hemos visto cómo los titiriteros destruyeron economías, causaron miedo y persuadieron a las multitudes a que se dejaran inyectar nanotecnología que los dejaría lisiados o muertos.
Nos preguntamos por qué los médicos se dejaron manipular para engañar al público. Bueno, de hecho muchos médicos y enfermeras también se creyeron las mentiras, se hicieron inyectar, y ellos mismos terminaron lisiados o muertos.
Cuando empiezan a caer los pacientes inyectados y a llenar las salas de emergencia con efectos adversos, algunos médicos se despiertan del trance de la hipnosis y exponen el error; mientras que otros se quedan callados, se vuelven cómplices y, hasta la fecha, siguen encubriendo el genocidio.
¿Qué pasó con la ética médica? ¿Se violaron los cuatro pilares de la ética médica? Hoy examinaremos cuáles son esos pilares.
Enlace a una serie de artículos sobre "Etica Médica":
Medical Ethics.
El resumen, la transcripción y la traducción de los artículos fueron hechos usando herramientas de software de Inteligencia Artificial.
El resumen se presenta en forma de un diálogo entre dos personajes sintéticos que llamaremos Alicia y Beto.
Resumen
Beto
Bienvenidos de nuevo a esta inmersión profunda. Hoy vamos a abrir algo realmente fundamental. El libro de reglas morales de la medicina. Las pautas que los médicos usan para esas enormes decisiones de vida o muerte.
Alicia
Exacto. Nos sumergimos en la ética médica. Es, en esencia, la estructura universal sobre cómo deben actuar los médicos, asegurando que cada elección tenga, bueno, una base moral.
Beto
Y nuestro objetivo hoy es darte una especie de atajo para entender todo este sistema. Parece complejo, pero hay una lógica real detrás.
Alicia
Sin duda. Y aunque lo llamemos universal, es vital entender que la ética médica quizá sea un ideal cambiante. Lo que se consideraba ético hace 30 años puede no serlo hoy, por la tecnología, los cambios culturales.
Beto
Claro, todo eso.
Alicia
Exacto. Así que este marco nos da las herramientas para analizar las cosas incluso cuando los postes de la meta se mueven. Pero el paciente siempre sigue siendo el centro.
Beto
Bien, vamos a desglosar esa infraestructura. Porque realmente te da la estructura para abordar prácticamente cualquier problema ético en medicina.
Hablamos de los cuatro pilares.
Alicia
Los cuatro pilares de la ética médica:
- beneficencia,
- no maleficencia,
- autonomía, y,
- justicia.
Sí, son lo absolutamente esencial para un análisis rápido.
Beto
Empecemos con el primero, la beneficencia. Hacer el bien, ¿no?
Alicia
Sí, promover activamente el interés superior del paciente. Es más que simplemente no hacerle daño. Se trata de tomar medidas positivas.
Beto
Como ese ejemplo que vimos: el médico residente cuyo turno terminó, pero su relevo se retrasa. La beneficencia significa que se queda.
Alicia
Precisamente. Está buscando activamente el bienestar del paciente, aunque sea inconveniente. Eso es beneficencia en acción.
Beto
Y mencionaste esta idea de que lo bueno es complejo, atención holística.
Alicia
Correcto. No se trata solo de lo que es médicamente correcto. La acción también tiene que ser aceptable para la persona a la que estamos tratando y tiene que encajar con esa persona.
Beto
Espera. Si tiene que ser aceptable para la persona, ¿no hace eso que la beneficencia sea muy subjetiva? Es decir, hacer el bien puede significar cosas completamente distintas según los valores del paciente.
Alicia
Absolutamente. Y ese es un punto clave. La visión médica de lo que es bueno se filtra a través de la propia vida y valores del paciente. Piensa, por ejemplo, en un niño con una fractura abierta muy grave.
Beto
La beneficencia no consiste solo en preguntar: ¿es buena la amputación? Porque, bueno, sí, resuelve la lesión inmediata. Obliga al médico a sopesarlo frente a otras opciones. Tal vez cirugía compleja, injertos, productos sanguíneos.
Alicia
Ah, entonces se trata de encontrar la opción con más bien?
Beto
Exactamente. Promover la vía con el mejor resultado global. Una que signifique salvar el miembro para funcionalidad a largo plazo, aunque sea una ruta quirúrgica más difícil.
Alicia
Entendido. Bien. ¿Y cómo contrasta eso con el pilar número dos, la no maleficencia? Lo de "no hacer daño".
Beto
Piensa en la no maleficencia más como una señal de "pare", una línea ética de base. Establece el umbral. Si el daño puede superar el beneficio, no debes hacerlo. Punto. No importa cuán buenas sean tus intenciones.
Alicia
Así que es la primera barrera. La beneficencia ordena las opciones buenas. Pero la no maleficencia dice detente si alguna opción es demasiado dañina.
Beto
Lo entiendes bien. Por ejemplo, no dar antibióticos por un virus. Sin beneficio. Pero existe un riesgo de daño futuro por resistencia. La no maleficencia dice "detente ahí".
Alicia
Y ese ejemplo extremo realmente hace pensar en el cirujano pensando en hacer una apendicectomía al borde de la carretera con una navaja. Cierto. Quitar el apéndice podría parecer beneficioso. Esa es la tentación desde la beneficencia. Pero los riesgos enormes — infección, sin campo estéril, sin equipo — hacen que todo sea desproporcionado.
Beto
Claramente pasa por encima de la señal de "pare" de no hacer daño.
Alicia
Viola la no maleficencia.
Beto
Bien. Así que la no maleficencia es una señal de pare. ¿Pero qué pasa si el paciente, asumiendo que tiene capacidad, básicamente te da permiso para hacerlo? Eso nos lleva al tercer pilar, la autonomía.
Alicia
Sí. La libertad del paciente para elegir, siempre que tenga capacidad; reconoce su derecho fundamental sobre su propio cuerpo.
Beto
Aquí es donde el paciente realmente tiene el poder, ¿no? Pueden limitar lo que los médicos hacen.
Alicia
Totalmente. Piensa en la paciente con cáncer de mama. Recibe toda la información sobre necesitar una mastectomía, entiende los riesgos, sabe que podría salvarle la vida, pero la rechaza si tiene capacidad. El clínico debe respetar esa decisión.
Beto
Y hay consecuencias legales también. Si no obtienes el consentimiento, es legalmente una agresión.
Alicia
Violencia personal ilícita. Sí. Eso subraya lo crítica que es la autonomía. Es un derecho poderoso.
Beto
Bien. El cuarto pilar. Justicia. Equidad. La ley. Asegurar que el acceso sea equitativo.
Alicia
Exacto. Se trata de garantizar la imparcialidad, ceñirse a la ley y asegurarse de que nadie quede desfavorecido injustamente al acceder a la atención sanitaria.
Beto
Y esto se manifiesta en distintos niveles, ¿verdad? Atención individual y cosas mayores a nivel social.
Alicia
Sí. Individualmente, como un dermatólogo que necesita aprender a reconocer cómo se ven las condiciones en todos los tonos de piel, eso asegura un estándar de atención justo sin importar la raza del paciente. Eso es justicia.
Beto
Pero luego está el nivel social, que parece donde las cosas se complican de verdad. Asignación de recursos.
Alicia
Oh, definitivamente. Esa es un gran área de conflicto para la justicia. Si decimos, de acuerdo, los pacientes con sospecha de cáncer se atienden en menos de dos semanas, eso es una prioridad. Pero eso limita en esencia los recursos para otras derivaciones menos urgentes, que pueden tener que esperar 18 semanas o más.
Beto
Así que la justicia no es solo equidad hacia el paciente que tienes delante, sino justicia entre distintos grupos de pacientes.
Alicia
Exacto. Y plantea esas preguntas difíciles. ¿Gastamos mucho dinero público en tratamientos muy caros para pocas personas? ¿O lo gastamos en cosas baratas como estatinas que quizá ayudan a un grupo mucho más grande? Es un cálculo continuo de justicia.
Beto
¡Guau! Bien, recapitulación rápida:
- Ayuda si puedes: Beneficencia,
- No hagas daño: No maleficencia,
- Deja que el paciente decida: Autonomía, y,
- Sé justo con todos: Justicia.
Alicia
Es una gran manera de pensarlo. Es tu "kit de análisis rápido" para cualquier punto ético espinoso.
Beto
Pero, ¿qué pasa cuando estos pilares chocan? Como cuando la autonomía choca directamente con la beneficencia. Esa es la parte realmente difícil.
Alicia
Y ahí entra el siguiente nivel. Las teorías éticas. No reemplazan a los pilares, pero nos ofrecen lentes diferentes, distintas formas de pensar sobre cómo priorizar cuando los deberes entran en conflicto.
Beto
Vale, lentes diferentes, como el consecuencialismo. Ese se siente bastante intuitivo, quizá. Lo que importa es el resultado.
Alicia
Más o menos. Los fines justifican los medios. Una acción es éticamente correcta solo en función de las consecuencias que produce.
Beto
Volviendo al ejemplo del cirujano. ¿Un paciente terminal preguntando “¿estaré bien?” justo antes de la cirugía?
Alicia
Bajo el consecuencialismo, el cirujano puede mentir. Decir: “estarás bien”. Porque la mentira no cambia el resultado inevitable, pero le ahorra angustia al paciente ahora. La buena consecuencia de evitar sufrimiento justifica el medio deshonesto.
Beto
Pero luego tienes la deontología, la ética basada en el deber. Y eso es un giro completo, ¿no?
Alicia
Una diferencia radical, sí. La deontología dice que hay un bien y un mal fundamental, independientemente del resultado. Algunas acciones son simplemente malas, punto.
Beto
Así que el cirujano deontológico debe decir la verdad, aunque cause un gran sufrimiento.
Alicia
Sí. Porque mentir es fundamentalmente poco ético según esta visión; el deber de ser veraz anula la consecuencia. Y vale la pena señalar que muchas guías profesionales médicas se inclinan fuertemente hacia la deontología.
Beto
Interesante. Tercer lente, el utilitarismo. Este desplaza el foco hacia afuera, hacia la sociedad.
Alicia
Correcto. Del individuo hacia el mayor bien para el mayor número, la mayor felicidad o bienestar para la mayoría; esa es la elección ética, mejorar la sociedad por encima del individuo, básicamente.
Beto
El dilema clásico: desviar el tranvía, matar a una persona para salvar a cinco.
Alicia
El cálculo utilitarista. Accionar la palanca, aunque causes activamente una muerte, se considera la acción correcta porque salvar cinco vidas produce más bien o felicidad global para la sociedad.
Beto
Así que los pilares definen el conflicto. Y estas teorías ofrecen maneras de navegarlo. Estrategias, casi.
Alicia
Es una buena forma de decirlo. Mapas estratégicos para el terreno ético más duro.
Beto
Bien, volvamos a la autonomía un segundo. Si el paciente tiene este derecho a elegir, ¿cuáles son los límites? Ahí entramos en capacidad y consentimiento, ¿no?
Alicia
Exacto. La autonomía sin capacidad es, bueno, es insignificante. La capacidad es la habilidad real de entender la información que te dan y luego usarla para tomar una decisión. Generalmente asumimos que los adultos de más de 18 años la tienen.
Beto
¿Y hay una lista de verificación para la capacidad? ¿Cuatro cosas específicas?
Alicia
Sí, necesitas:
- uno, poder entender la información relevante.
- Dos, recordarla el tiempo suficiente para tomar la decisión.
- Tres, usar o sopesar esa información, ya sabes, riesgos frente a beneficios.
- Y cuatro, comunicar tu decisión de vuelta.
Beto
Y no es un estado permanente. Puede cambiar.
Alicia
Absolutamente. Se evalúa en el momento en que se necesita el consentimiento. Alguien puede perder capacidad por enfermedad mental, por estar ebrio, por un traumatismo craneoencefálico. Algo crucial es distinguir entre tomar una decisión que parece mala y tomar una decisión sin capacidad.
Beto
Esa distinción es clave. ¿Puedes darnos de nuevo esa comparación, negarse al tratamiento por creencia versus por delirio?
Alicia
Claro.
Un paciente que rechaza una transfusión de sangre por creencias religiosas profundamente arraigadas, entiende los riesgos, las consecuencias, pero toma la decisión basada en sus valores. Tiene capacidad. Respetamos eso.
En cambio, un paciente gravemente enfermo con anorexia que rechaza la alimentación porque realmente cree que está con sobrepeso y saludable: carece de capacidad porque su enfermedad le impide entender la realidad de su situación y la información real.
Beto
Eso deja la diferencia muy clara. Entonces, una vez que hemos establecido la capacidad, necesitamos el consentimiento. Y eso tiene sus propios criterios.
Alicia
Tres cosas clave para que el consentimiento sea válido:
- Debe ser, uno, voluntario, sin coerción ni presión.
- Dos, informado: el paciente tiene que tener toda la información necesaria, riesgos, beneficios, alternativas.
- Y tres, el paciente debe tener capacidad.
Beto
¿Hay momentos en los que no se necesita consentimiento, como en emergencias?
Alicia
Sí, pero son específicos y graves. Tratamiento de emergencia para salvar la vida cuando alguien está inconsciente o incapacitado es uno. O situaciones que representan un gran riesgo para la salud pública, cosas como la rabia o ciertas formas de tuberculosis. La seguridad pública a veces puede anular la necesidad del consentimiento.
Beto
Y se complica aún más con los niños. Para menores de 16, mencionaste la competencia Gillick.
Alicia
Correcto. Para menores, evaluamos si son competentes según Gillick. ¿Puede este niño entender el tratamiento, sus implicaciones y las alternativas lo suficientemente bien como para tomar su propia decisión? Si la respuesta es sí, entonces su decisión y su autonomía deben ser generalmente respetadas.
Beto
Lo que debe crear situaciones realmente difíciles para los médicos, como la joven de 15 años pidiendo anticonceptivos.
Alicia
Exacto. El médico de cabecera queda atrapado equilibrando beneficencia y no maleficencia. Está el daño de negar la píldora — posible embarazo no deseado, ITS — frente al posible daño de, por ejemplo, facilitar que continúe una situación de abuso sexual porque la menor no dirá a sus padres si obtiene anticoncepción en secreto. Es una verdadera cuerda floja.
Beto
Bien, un último deber que cubrir. La confidencialidad. Esto se siente como la base absoluta de la confianza entre paciente y médico.
Alicia
Realmente lo es. Sin ella, los pacientes no contarán todo. Pueden subreportar síntomas, evitar buscar ayuda por completo si temen que se divulgue información. La atención eficaz se vuelve imposible.
Beto
Pero no es absoluta, ¿verdad? Deben existir excepciones.
Alicia
Correcto. Como los otros deberes, tiene límites. En términos generales, hay tres momentos principales en los que romper la confidencialidad se considera justificado:
- Uno, el paciente da consentimiento explícito para compartir.
- Dos, no compartir la información pondría al paciente u otra persona en peligro serio o en riesgo de daño grave.
- Tres, si el paciente carece de capacidad y compartir la información está claramente en su mejor interés general.
Beto
Ese segundo, peligro para otros, parece donde surgen los mayores conflictos. Como el dilema clásico de la divulgación del VIH.
Alicia
¿El gran combate ético? Sí. Un paciente VIH positivo se niega a decírselo a su pareja. Tienes la autonomía y el derecho a la privacidad del paciente enfrentándose al deber del médico bajo la justicia de proteger a otros. En este caso, la vida y la seguridad de la pareja.
Beto
¿Cómo lo gestionan los médicos? ¿Existe un protocolo?
Alicia
Sí, existe, y es riguroso. Primero, el médico debe aconsejar absolutamente al paciente, explicarle los riesgos, animarle firmemente a que lo revele él mismo, construir confianza, intentar conseguir una acción voluntaria.
Beto
Romper la confidencialidad es el último recurso.
Alicia
El último recurso. Permitírsele a la justicia el deber de proteger a la pareja que anule la autonomía del paciente. Y, crucialmente, si el médico decide que debe revelar, debe informar primero al paciente de esa intención. Sin sorpresas.
Beto
Guau!
Hemos cubierto tanto, desde los cuatro pilares como estructura básica hasta las teorías éticas como formas de navegar los conflictos entre ellos.
Alicia
Sí. Y cosas como capacidad, consentimiento, confidencialidad, forman parte de aplicar esos pilares en el mundo real.
Beto
Creo que la mayor conclusión para mí, y con suerte para quien nos escucha, no es solo memorizar los términos. Es ver que la ética médica se trata fundamentalmente de gestionar estas tensiones constantes y de alto riesgo entre distintos deberes.
Alicia
Exacto. No se trata de encontrar una única respuesta correcta cada vez. Se trata de usar estos marcos, los pilares, las teorías, para estructurar tu pensamiento, para justificar tus decisiones cuando te enfrentas a esos inevitables conflictos, conflictos que siempre están siendo puestos a prueba por nuevas situaciones, nuevas tecnologías.
Beto
Lo que nos devuelve a esa tensión central que hemos visto entretejiéndose por todo. Algo para que tú, oyente, quizás reflexiones: ¿Cuándo justifica el bien colectivo, el bien de muchos, limitar los derechos del individuo?
Alicia
Piénsalo en el mundo de hoy. Toma la vacunación obligatoria, por ejemplo. Si eres un adulto competente y rechazas una vacuna considerada necesaria para la salud pública, ¿debería la justicia, la idea de proteger a la sociedad, una especie de beneficencia pública, anular legalmente tu autonomía personal, tu derecho a negarte?
Beto
Es un debate vivo, ¿no?
Alicia
Absolutamente lo es. Y nos obliga constantemente a reexaminar esos cuatro pilares y cómo los equilibramos aquí y ahora.